Pajaritos
Pajaritos que se posan en el alféizar de mi ventana y entre saltito y saltito se asoman por el cristal, a ver qué se cuece dentro de casa...
Realidades, ficciones y paranoias de una brujita en-red-ada
Pajaritos que se posan en el alféizar de mi ventana y entre saltito y saltito se asoman por el cristal, a ver qué se cuece dentro de casa...
No entiendo por qué nadie menciona que "Slumdog Millionaire" es la adaptación cinematográfica de un libro, el más que recomendable "Quiere ser millonario", de Vikras Swarup.
¡Por fin, por fin, por fiiiiiiiiinnnnn! He conseguido acabarme un libro. Claro, dicho así puede sonar raro, pero hay que tener en cuenta que yo leo. Mucho. Cualquier cosa. Desde siempre. Bueno, desde siempre hasta hace unos meses. Ultimamente he atravesado un bache (bachón, mayormente) lector (ay, si sólo hubiese sido "lector"...). Tanto, que desde hace tres meses no leía un libro. Y eso, en mi caso, es muy, pero que muy jevi.
Resulta que para celebrar el 50 aniversario de la serie de dibus de Los Pitufos, estos azules seres simpáticos y alegres han tomado las calles de Bilbao (y de otras 18 ciudades, vale, pero ¿a quién le importa eso, si estamos hablando de Bilbao?). No lo han hecho al estilo de las vacas, hace ya unos años, o de las palomas, un poquito más tarde, qué va. La gracia del asunto está en que los pitufitos, en versión blanco inmaculado, están escondidos en cualquier sitio: jardines, árboles, bancos del parque... O sea, al más puro estilo bookcrossero. Sólo que quien los encuentre no tiene que volverlos a soltar sino se los queda, y si quiere, los decora a su gusto y cuelga el resultado en la página oficial del evento. Obviously, las figuritas han durado menos que un caramelo a la puerta de un colegio, si es que el símil sigue vigente a estas alturas de la vida. Lo entiendo, la verdad. Creo que uno de mis primeros recuerdos televisivos es del padre Abraham cantando con unos cuantos pitufitos. Ay, me habría encantado toparme con uno, aunque sólo sea por nostalgia.
En qué estaría pensando yo el día que decidí aventurarme en el maravilloso mundo de la blogosfera. Si me conozco, si sé lo que me cuesta ser constante, ¿por qué me hice ilusiones y creí que esta vez sería diferente? Al final, el tiempo ha dado la razón a la parte más "mí" de mí misma, y aquí está mi pobre blog, abandonadito a su suerte y muerto de la risa.
Trasteando por Youtube (algo que, la verdad, no acostumbro a hacer, con el juego que da, ¿verdad?) me he encontrado con uno de mis mejores recuerdos televisivos de la infancia, protagonizado, cómo no, por el genial Coco de Barrio Sésamo. Durante años, en casa nos hemos reído a mandíbula batiente con la cancioncita: "¡¡¡Granaaaaaadaaaaaa!!! Granada tierra bonita, donde el jamón es jamón..." Pero ahora que he descubierto la versión original, creo que es infinitamente superior: "Granada-Cadiz-Sevilla, where butter is called mantequilla...":