Willkommen, bienvenues, welcome...

¡¡Pero qué haces, insensata!! ¿Vas a crear tu propio weblog? ¿Tú? ¿Sabes que para llevar esto hace falta constancia, y que esa no es precisamente una de tus virtudes? ¿Y aún sabiéndolo piensas seguir adelante? ¿Y por qué? ¿Sólo porque todo el mundo tiene uno? Ay, chiquilla, no sé qué voy a hacer contigo...

Pues sí. Por seria y desagradable que se ponga mi conciencia, me he animado a dar el paso y adentrarme en el maravilloso mundo de los blogs. Ella tiene razón, soy poco constante. Pero quién sabe, a lo mejor es una oportunidad para cambiar ese aspecto de mí. Además, soy poco dada a mostrar mis (pocos) textos al público, pero imagino que tengo un puntito de exhibicionista, y esta es la excusa perfecta para enseñar manteniendo el anonimato. Uf, a estas alturas, cuando estoy a punto de inaugurar mi blog, todavía estoy buscando una justificación para hacerlo...

No sé dónde me llevará esta aventura. Por si acaso, no te creas todo lo que te cuente: espero poder dar rienda suelta a mi creatividad. Mientras tanto, mientras este blog encuentra su camino y su sitio, pasa y ponte cómodo (o cómoda, claro). Estás en tu casa. ¿Te apetece un cafecito, un té? ¿Hace un refresco, o una cervecita? Espero que disfrutes de la estancia.

Todo está listo. Ay, qué nervios. Ha llegado el momento. Cinco, cuatro, tres... ¡¡Vamos allá!! Im Cabaret, au Cabaret, to Cabareeet!!